jueves, 19 de junio de 2008

Va en serio


Histórico Primer Grand Slam de la historia de la FPVN. Buena mesa, organización de primera (salvo las bebidas,pero a eso ya llegaremos. Ahora es turno de las flores), trofeo a la altura de las circunstancias y un campeón que era candidato antes de empezar el torneo y, paradójicamente, ahora que lo ganó es más candidato que nunca. Claro que me refiero a ganar el trofeo de jugador del año. Porque lo de Rafa, la verdad, fue para sacarse el sombrero (demasiadas floras; algún palo ya vas a ligar).

Comencemos por rememorar la noche del 13 de junio. ¿Por dónde empezar? No se, vamos por el comienzo (?). ESto que parece una estupidez no lo es. Bueno, si lo es, pero no tanto (?). Porque el GS se empezó a disputar mucho antes que a las 10:30 de la noche de la precitada noche (Pablo, no tenés derecho a llegar tarde viviendo... A UNA CUADRA!!! Ah, y encima con cualquier pilcha). Para saber de la génesis del torneo hay que remontarse a lo que sucedió una semana atrás, más precisamente la fecha "original" del torneo. Que se juega, que no se juega, que viernes, que sábado, que Brasil, que Alemania, que te borro el punto 5 (?), etc, la semana se vivió a puro mail de puterío. Finalmente la comisión directiva, con buen tino, postergó el evento una semana. Pero el clima ya estaba caldeado. Clima caliente, ideal para muchos (si, ya se, para el Tecla no, pero el chiste es muy obvio).

(Esto hasta el momento fue lo que más le aportó el Guillo al poker)

Lo que si era obvio pero al final tampoco lo fue, era que el Piojo, después del escandalete que había generado era una fija para ocupar una silla, al menos por sus habituales dos o tres manos (?). Pero no. El imprevisible Nene tenía otros planes y brilló por su ausencia. Lo positivo: al menos brilló (?). De todas formas, de algún modo se hizo presente en la capa de humo que cubrió la ciudad el viernes por la noche. Un justo homenaje.


El otro que faltó fue Javito (si, también Guillote, pero a ese es más fácil nombrarlo sólo cuando viene porque gasto menos tinta). La cosa es que el gordo había prometido comprar no se que tragos raros, pero que, al menos por los nombres, salían como trompada de mogólico para una ocasión tan especial. Al no venir, la sed de triunfo de los jugadores se tuvo que saciar sólo con cerveza. No es que tenga nada contra la birra, pero una mesa de póker sin fernet, es como... una mesa de póker sin fernet. Clarito, ¿no?



(AL Pollo le explicaron lo del elegante sport, pero se ve que escuchó sólo la segunda palabra)

Vayamos a lo que se refiere estrictamente al juego. Más allá del triunfo de Lucho y de la emotividad del torneo (?), y sin que con esto quiera desmerecer al ganador o al evento, no fue una partida atractiva en el sentido de que no hubo grandes juegos. Algún que otro full, otros tantos colores y no mucho más que eso. Los espectadores tuvimos que soportar encima (decir que jugué el otro día es muy generoso de mi parte) que otros jugadores subestimen nuestro conocimiento sobre el juego. ¿El mejor ejemplo? El famoso "jugué bien" de un jugador que no quiero nombrar, pero que igual lo voy a hacer (Juanpi), pronunciado instantes después de regalar 25 fichas en una mano.


¿Del resto de los jugadores que se puede decir? Cole volvió para quedarse. Volvió para quedarse sin fichas. Un desastre lo del narigón. En la cancha de fútbol se le reconoce que deja todo. En el póker también: llegó con la copa y se fue con las manos vacías. Fue casi tan flojo como lo de Braca, uno acostumbrado a ser el primero. A ser el primero en irse, claro. Parejito lo de Braca este 2008.

De Turquito más de lo mismo. Lideró un par de manos, tenía muchas fichas, pintaba el batacazo, pero, siempre un pero. Porque a los diez minutos, no sólo no quedaban las montañas de fichas, si no que ni siquiera había una loma de burro (?) y es más, tampoco estaba Turquito. Hay que jugar más el partypoker, pibe.

A poco del final quedaban sólo tres jugadores. El Pollo, que parece que se acordó de jugar (era hora), Rafa y el Tecla, que no se como hace pero siempre está. En realidad, en este caso si se cómo estuvo: lo logró reenganche mediante, después de comerse un peludo importante a manos del gigante de Retiro. Por eso el mérito de Lucho es doble, porque se comió a los dos semifinalistas en dos oportunidades. Es decir, a pesar de haber jugado con 40 fichas (contra 80 de los otros dos -el Pollo también metió reenganche-) los limpió sin titubear demostrando que es el jugador del momento. Ojo, no debe confiarse porque si algo nos enseñó la historia es que los jugaores del momento son los que se terminan retirando del torneo de maestros sin ganar mano alguna.

Eso, de todas formas es otro cantar. Salud Rafa, que bien merecido tiene este presente.